La lengua materna, es la primera lengua de toda persona, el cual es adquirido durante sus primeros años de vida, mediante la interacción de padres a hijos o en el entorno familiar, otros los llaman como lengua nativa.
Hoy celebramos el día de esta primera lengua con la que nacimos; sin embargo, cuando la UNESCO estableció ésta fecha, fue para visibilizar la diversidad cultural y lingüística que tenemos en el mundo entero y su importancia para poder tener sociedades sostenibles, en igualdad de oportunidades.
Y en este sentido, la misma UNESCO indica que, el 40% de la población mundial no tiene acceso a la educación de calidad en una lengua que hable o entienda, lo que hace que quienes tienen como lengua materna alguna lengua originaria, ya tienen diferentes desventajas de acceso a oportunidades de desarrollo.
En el caso del Perú, desde el 2011, contamos con la ley Nº 29735, que regula el uso, preservación, desarrollo, recuperación, fomento y difusión de las lenguas originarias del Perú; sin embargo, es innegable los altos niveles de exclusión y discriminación en el que vivimos a lo largo y ancho del país.
Desde Puriyninchik, pudimos notar que uno de los más grandes problemas es que pareciera que estas políticas de fomento y difusión de las lenguas originarias están diseñadas únicamente para quienes hablamos alguna lengua originaria, y en realidad no debería ser así sino para todos por igual, pues quienes más necesitan conocer y valorar la importancia de nuestras lenguas originarias, no son sus hablantes, sino quienes no lo hacen e incluso a causa de eso, la desprecian.
Así, por ejemplo sería ideal que sean las grandes ciudades quienes puedan también tener educación intercultural, para que desde niños podamos reconocernos como un país diverso y que por lo tanto tenemos diversas formas de ver la vida y el mundo, que en lugar de menospreciar, necesitamos entender.
Quizá de esa manera se evitaría el uso de las lenguas originarias sólo para una campaña publicitaria, o para aparentar ser inclusivos o para cumplir con una ley; y en lugar de eso, se fomente un sentido ciudadano de respeto y valoración genuino, por las lenguas maternas de nuestros pueblos originarios, lo que se traduciría en brindar las mismas oportunidades de desarrollo para todos.
Que este día pueda invitarnos a reflexionar sobre la importancia de nuestra lengua materna, las lenguas maternas de los demás y cuánto estamos preparados como sociedad para garantizar iguales condiciones para todos, independientemente de la lengua materna que tengamos.