Janeth Ruth CHAUCA RAMIREZ*

Psicóloga

La adolescencia es una etapa de alta vulnerabilidad, como refiere la Organización Mundial de la Salud (OMS) es el “… Periodo de la vida en el cual se adquiere la capacidad reproductiva, transitan los patrones psicológicos de la niñez a la adultez y se consolida la independencia socioeconómica…”. El individuo se encuentra en el proceso de búsqueda de su identidad, experimentan nuevas inquietudes, el organismo percibe cambios físicos, conductuales y emocionales.

Es esta etapa crucial para la sociedad, autoridades y sobre todo las políticas públicas. Ya que, involucra el perfil epidemiológico y desarrollo socioeconómico de una región e incluso para el país a largo plazo. Pues, sin duda el embarazo adolescente es una de las principales causas de futuro los ciclos pobreza.  

En el Perú, El Ministerio de Salud (Minsa) el pasado 2022 reportó más de 320 mil embarazos adolescentes, así mismo, respecto a los partos de menores de 15 años durante la pandemia COVID – 19 se ha reflejado un  aumento de 1.158 a 1.438 % entre el 2020 y 2021.

La intervención sin duda está en las manos de las entidades públicas, significativamente en tres sectores principales; Salud, Educación y Economía. Las familias tempranas están asociadas a la vulnerabilidad en la salud materna y la de sus hijos, así como las oportunidades educativas, laborales y salariales; a futuro contribuye en prolongar los ciclos intergeneracionales de pobreza, mala salud, inestabilidad emocional y una precaria calidad de vida.

En la actualidad a pesar de que la problemática es visible en los espacios públicos, y de las actividades preventivas y promocionales realizadas sobre salud sexual y reproductiva por las entidades respectivas, los índices de embarazo adolescente no muestran reducciones significativas.

La cifra visibiliza que no se está abordando efectivamente esta problemática. El ejercicio de la sexualidad adolescente es un tema para abordar desde las políticas públicas. El Plan Multisectorial para la Prevención del Embarazo en Adolescentes, dado para la reducción de esta problemática en el país, busca construir con estrategias de abordaje durante el año 2013 – 2021.

Nos encontramos a inicios del 2023 y visualizamos nuevas gestiones públicas que deberán implementar programas de salud sexual y reproductiva integrales, oportunos y de calidad para adolescentes y jóvenes, que incluyan servicios amigables, con perspectiva de género, derechos humanos, intergeneracional e intercultural. No debería ser un deber sino es un derecho.