” Con el tiempo nuestros gritos se han vuelto más fuertes; ahora el mundo debe voltear a ver que nuestras vidas también importan”

(Nicolás Sabroso- Activista Afroperuano).

En algún momento de nuestras vidas, en un afán de búsqueda de identidad o identidades, los y las jóvenes afro nos hemos visto ante la interrogante: “Qué es ser un afrodescendiente? ¿Qué implica serlo? Por definición, somos aquellos/as que descendemos de los/las esclavizados/as, producto de la trata esclavista trasatlántica que llegaron al continente americano, o que están fuera del continente africano. Con el pasar del tiempo, las personas afrodescendientes nos hemos auto percibido a través de procesos históricos, culturales, políticos de autoidentificación.

” […] mi construcción como persona negra, responde a la construcción que se dio de la diáspora en un lugar particular de Colombia, que es el Pacífico; y me reconozco como negra porque es una manera de resignificar una palabra que se usó en un sentido peyorativo contra mí, toda mi vida”.

(Alejandra Pretel – Activista Afrocolombiana)

Hoy, 31 de agosto del 2022, celebramos y conmemoramos por segunda vez, el Día Internacional de las Personas Afrodescendientes. Una fecha importante declarada por las Naciones Unidas, que no se puede soslayar por motivo alguno, en la que reconocemos las contribuciones africanas a nivel global y en todas sus aristas; así como la eliminación de todas las formas de discriminación.

Según el Banco Mundial1 contamos con una población de 133 millones de afrodescendientes en América Latina, sin embargo, la señala como la minoría más invisibilizada, principalmente ubicada en Brasil, Venezuela, Colombia, Cuba, México y Ecuador. Y, si bien la OMS indica que en la última década se han disminuido las brechas. Un 50% de los hogares afrodescendientes que vivían con menos de 5.5 dólares al día salieron de la pobreza en Brasil y Uruguay, mientras que, en Ecuador y Perú, la cifra fue de más del 20%2. Además, figuran como una de las poblaciones más vulnerables3 producto de la pandemia, aún con niveles de escolaridad y condiciones socioeconómicas más bajos en comparación de las comunidades no afrodescendientes.

Estas cifras solo nos muestran parte de la problemática que afronta la población afrodescendiente. Es por ello, que es importante reconocer una fecha internacional para nosotrx, porque no solo implica el reconocimiento de nuestra existencia producto de la trata esclavista en todo el territorio externo a África; sino también, reconocer todo ese conjunto de derechos que históricamente venimos reivindicando. Los días internacionales, los efemérides, permite en cada uno de nuestros países tener una excusa no solamente para conmemorar nuestra presencia en los diversos territorios, sino también para pensar lo que falta, nuestros contextos, los derechos que nos faltan conquistar en nuestros estados.

Desde CEDEMUNEP consideramos que aún quedan muchos retos y desafíos por enfrentar para la conquista de nuestros derechos; como, por ejemplo, el reconocimiento de nuestros aportes, cultura y ancestralidad en cada uno de los territorios; así como, las construcciones de relatos históricos. En esta misma línea también está el constante combate contra el racismo estructural epistémico y sistémico- y la lucha contra la violencia institucional racista. Es por ello, que continuamos apelando los y las jóvenes a reforzar y reafirmar el compromiso y el aporte de nuestra cultura.

Queremos dejar un mundo más inclusivo del que nos dejaron nuestros padres.

BIBLIOGRAFÍA: